Presentamos este espacio para compartir las diversas expresiones generadas a partir de la publicación de este libro, que ya no sólo pertenece a la autora sino a familias y entidades en Argentina y el mundo, que durante el siglo XX estuvieron ligadas al antifascismo, al Idisher Cultur Farband (ICUF), al comunismo, al judaísmo laico y a la pedagogía como práctica emancipadora. Los invitamos a ser parte activa de este blog porque creemos que las construcciones colectivas son las que valen la pena.

viernes, 23 de septiembre de 2016

Octava presentación: Casa Sefarad, Palacio de Cañete. Madrid (28 de abril de 2016).

La presentación contó con la participación  de la Dra. Marisa González de Olega, el Dr. Gustavo Prado y el Licenciado Jorge Rozemblum.



La cantante Nora Usterman Michalski deleitó a la audiencia con canciones tradicionales en ídish y en judeo-español: 

OYFN PRIPETCHIK - TUMBALALAIKA




Presentación Casa Sefarad. Madrid
28 de abril de  2016.
Dra. Nerina Visacovsky.

Bienvenidos a la presentación de Argentinos, judíos y camaradas tras la utopía socialista.
Es un placer enorme y una emoción muy especial estar presentando este libro aquí en Madrid, en Casa Sefarad.
Primero quiero agradecer a los organizadores de este evento. Especialmente al director del Centro, Fernando Vara de Rey. Desde el primer día, Fernando junto a su equipo manifestaron un gran interés y se ocuparon de cada detalle. De Madrid a Buenos Aires y viceversa, fueron y vinieron intercambios con empatía y buen humor, que dieron cuerpo a este hermoso encuentro.  En segundo lugar,  a los presentadores de lujo que están en esta mesa junto a mí, a mis amigos: la Dra. Marisa González de Orega, Gustavo Prado y Jorge Rozemblum.
Quiero agradecer también el interés y acompañamiento de la gente de Radio Sefarad y la presencia de las profesoras de la UNED, Susy Morgenstein y Gabriela Ossenbach, referentes del área educativa, un lujo tenerlas aquí.
Quiero mencionar especialmente a Cristina Martínez Perelli, quien sigue mi trabajo desde hace varios años y junto a la historiadora Martina Lemoine tuvieron la gran generosidad de gestionar mi primer contacto con este cautivante entorno, corazón de cultura sefaradí madrileña.
Con un especial cariño quiero contarles que cuando empezamos a difundir esta presentación en las redes sociales, comenzaron a llegar mensajes de varios judíos argentinos que viven aquí, algunos se declaran ya argentinos-españoles porque viven hace muchos años. Varios han participado activamente de las instituciones del  movimiento JUDEO PROGRESISTA y la FEDERACION ICUF   (Idisher Cultur Farband) -   una organización antifascista de origen judío surgida en 1937 en París y en 1941 en Buenos Aires - . Hay una, que yo tomo como caso de estudio, que es el Centro Cultural y deportivo I.L.Peretz de Villa Lynch, una entidad que me marcó profundamente y me dio tantas gratificaciones como amigos y gente querida. Entre ellos, Nora Usterman Michalski, a quien agradezco por un regalo que nos va a hacer a todos al final de esta charla. Un reconocimiento especial para a mi asistente, un brillante joven español Ignacio Ibañez, quien me ha brindado toda su colaboración y entusiasmo para este evento. 
Si nos lo he aburrido ya, una mención especial a mis amigos Mario Roitman y Liliana Grinman, quienes han venido directamente del aeropuerto de Barajas llegando desde la provincia argentina de Mendoza
Quiero compartir una información que me hizo ver cuánto sentido tenía presentar este libro sobre judíos argentinos de izquierda en Casa Sefarad. La he leído en una entrevista realizada hace unos años al escritor y referente de la cultura sefaradí, Jacobo Israel, presidente de la Federación de Comunidades Judías de España y fundador de la Revista Raíces…
Jacobo cuenta acerca de las dificultades que tuvieron para reorganizar la vida comunitaria judía en España y las restricciones durante el franquismo, donde señala luego una ley de 1967 que les fue permitiendo, paulatinamente, dar vida a ese sueño de reconocer y darle su lugar a la impronta y las huellas judeo-sefaradíes en la región. Jacobo explica que tras la Guerra Civil Española hubo un grupo pequeño de judíos, pero  que en los años setenta la comunidad creció gracias a dos aportes esenciales. Por un lado, el que vino de la zona de influencia española en Marruecos. Por otro, los latinoamericanos, especialmente los argentinos, quienes vinieron a España escapando a las dictaduras militares y a las crisis económicas y sociales que hemos vivido.
Si bien todos conocemos el rico pasado judío en la España Musulmana antes de la expulsión de 1492, ciertamente nunca me había preguntado por la composición étnica de los argentinos que migraban a España. Y efectivamente, los argentinos judíos representan una buena  parte de los 40 o 45 mil judíos que se calcula viven en la actualidad, sobre todo en Madrid y Barcelona.
En síntesis, fue una alegría para mí saber de tantos compatriotas aportando al desarrollo y reconocimiento de esta colectividad pequeña pero pujante, y me pareció un gran gesto de CASA SEFARAD recibirme para traer un poco de historia rioplatense. Así que una vez más, gracias por invitarme.
Este  libro, publicado por la Editorial Biblos en 2015, abarca muchos temas sobre la colectividad judeo-argentina entre la década del veinte y fines de los años sesenta. Es complejo referir brevemente a sus contenidos, porque además he trabajado en tres planos; la historia argentina, la historia internacional y la historia local a través de un caso de estudio, el Peretz de Villa Lynch, un entidad fundada en 1940, en ese entrañable barrio, que no sólo vio nacer a la industria textil en Argentina, sino que fue cuna de importantes experiencias cooperativas y solidarias abiertas a la comunidad.
Este libro es el resultado de una tesis de doctorado de la UBA en el área de Historia de la Educación y una investigación que lleva más de doce años, pero es también resultado de mi propia historia de vida, porque yo también fui protagonista de esos grupos de “argentinos, judíos y camaradas”, y crecí con la formación ideológica y pedagógica de estas instituciones icufistas. Soy nieta de textiles judíos de Villa Lynch, un barrio situado en la periferia norte de la Capital Federal, que se caracterizó por una gran presencia de población judía ashkenazi, mayormente polaca, de oficio textil, que portaba una ideología laica, de izquierda, ligada ideológicamente al Partido Comunista de la Argentina. Allí pase mi vida entera, en el Peretz desde el jardín de infantes hasta convertirme en maestra de kinder-club (una actividad educativa que funcionaba los días sábados) y en la casa de mis abuelos, entre telares de tafeta, canilleras de hilado y revistas de la Unión Soviética.
Al graduarme en Ciencias de la Educación, empecé mi investigación en el marco de un proyecto que buscaba reconstruir la historia de la educación judía en Argentina.  
Por ese entonces trataba de definir qué era la educación judía, qué era lo judío, y qué podían tener en común una escuela judía religiosa y una laica progresista, o inclusive qué era lo que unía a sefaradíes y ashquenazíes, ¿cómo concebir lo que no era religioso?, ¿podía ser considerado como judaísmo cultural?
Buscaba respuestas, un común denominador, ¿cómo explicar qué significaba lo judío para cada uno?, ¿qué tenían en común  personas tan diferentes como un dirigente comunista y un ortodoxo de Jabad Luvabich?
Fue en ese trayecto, en esa búsqueda, cuando descubrí que las instituciones del ICUF estaban excluidas del relato conocido por la opinión pública y del relato que la comunidad judía hacía de sí misma en Argentina.
Si aparecía alguna mención en la bibliografía, ésta refería sólo a la primera parte del siglo XX, cuando todavía los inmigrantes hablaban el idish, pero luego  los ubicaban como grupos que se habían “asimilado” o que habían “rechazado su condición judía” por haberse filiado con el ideario comunista…yo pude comprobar lo erróneo de esta concepción, porque nada más lejos que esta afirmación…lo que sucedió es que siempre y en todo momento, con especial énfasis esos grupos institucionales se plantearon como argentinos y judíos.
Por lo tanto, la historia de estas escuelas, teatros y publicaciones judeo-progresistas o icufistas, que fue de gran importancia en varias localidades de Argentina: La Plata, Lanús, Tucumán, Córdoba, Mendoza, Rosario, Santa Fe y también en Montevideo, San Pablo y Río de Janeiro en Brasil...era una historia casi ausente de los trabajos académicos.
Eso me llevaba a una primera conclusión provisoria: la “diversidad o pluralidad” de ideas y prácticas dentro de la colectividad judía parecía tener ciertos límites.
¿Pero quién podía atribuirse el decidir o dictaminar quién es o no judío? ¿Por qué un criterio podía ser valioso y otro no? ¿Cómo definir y explicar esa diversidad? Encontraba así, que cualquier posición o definición que excluyera a uno o varios grupos que afirmaban reconocerse judíos, resultaba arbitraria.
En este sentido, por más laicas que hubieran sido  las prácticas de estas instituciones del ICUF, autodenominadas judeo - progresistas, no había motivos para excluirlas de la Historia y negarles un lugar entre las Experiencias Educativas y Culturales de origen judío en Argentina.
Lo que sucedía, en realidad, era que después de la creación del Estado de Israel, el sionismo (de izquierda a derecha) comenzó a ser la única alternativa válida de judaísmo y los sectores que no compartían este ideario, como los del  ICUF o los socialistas del Partido Obrero BUND, quedaron marginados del relato.
El libro busca reconstruir esa historia, la historia cultural y pedagógica de estos judíos NO sionistas, dónde algunos fueron dirigentes, varios otros militantes y la gran mayoría simpatizante del Partido Comunista y el mundo soviético, pero cuya principal característica fue integrarse a su sociedad argentina y abrir todas sus instituciones y propuestas sociales a la comunidad  barrial.
Esa inmigración ashkenazí de habla ídish, que venía con la esperanza de encontrar un destino mejor, en lo económico y en lo social, y dejar atrás la miseria y los Pogroms, buscaba alternativas políticas como vías de emancipación social y de integración al mismo tiempo. Trabajaron mayormente como cuentenikis, artesanos y  obreros. En la calle judía se los denominaba como “LOS LINKE”.
En los primeros  capítulos se trata la década del veinte (la foto del libro es de 1929). Describe 3 corrientes principales dentro de los LINKE: los socialistas BUND / los sionistas-marxistas/ y los que respondían a la Sección Idishista de la Internacional.  Estas escuelas fueron perseguidas y clausuradas en los años treinta con el golpe de Uriburu y luego el gobierno conservador de Justo. Con la ayuda de la Iglesia y las Fuerzas Armadas, se instaló el mito del judío bolchevique y el miedo proveniente de las elites de que esos grupos de agitadores pudieran generar una revolución al estilo de los Soviets, como parecía estar pasando en España en 1936 con los republicanos. Como consecuencia se proscribió al PC, se limitó el uso del ídish y las escuelas tuvieron que morigerar su prédica contestataria.
Se explica también los cambios de estrategia de la Internacional y el giro en el congreso de 1935, cuando la Internacional Comunista llama a constituir FRENTES POPULARES. En ese marco, los comunistas, judíos y no judíos, buscan hacer alianza con otros sectores democráticos. Así, varios intelectuales idishistas, algunos ligados al PC francés, organizaron en París en 1937 una reunión convocando a delegados de 23 países occidentales, quienes se comprometieron a defender la cultura judía laica, antifascista, incentivando un movimiento institucional educativo, editorial y artístico. Ese fue el origen de la fundación de la Federación ICUF en Argentina, Brasil y Uruguay. El ICUF le brindó marco ideológico a varias instituciones pre-existentes y a otras que emergieron bajo su órbita, movilizadas sobre todo, para generar redes de socialización y contención a la colectividad, Transmitir la herencia a las nuevas generaciones, y conservar el PATRIMONIO CULTURAL que había sido ferozmente devastado en Europa.
 Entonces, en la coyuntura de la SEGUNDA GUERRA y la POSGUERRA, hubo un enorme esfuerzo de toda la colectividad  - más allá de su ideología -  por hacer crecer las instituciones educativas y transmitir su cultura. De hecho, entre 1943 y 1952, siete escuelas idish del ICUF, a pesar de no ser sionistas, recibían  Subsidio de la Mutual AMIA. Paralelamente, comenzó a desarrollarse en diferentes localidades un importantísimo movimiento cooperativo, que fue semillero de una red bancaria nacional cuyo nombre es CREDICOOP. Junto con el crecimiento de los sectores obreros que, como muchos inmigrantes durante el peronismo se fueron convirtiendo en clases medias, pudieron aportar tiempo y recursos para comprar edificios y ampliar las escuelas con campos deportivos y colonias  infantiles de veraneo.
Lo interesante es que los judeo-progresistas o icufistas, reunieron diversas voces del  campo no sionista en sus entidades. Simpatizantes y militantes del PCA principalmente, pero también del socialismo y sectores demócratas, por eso fue tan grande el movimiento hasta entrados los años sesenta, porque se inscribía en la lógica y el tiempo de la alianza de FRENTES POPULARES, que se presentaba en defensa de la DEMOCRACIA, la CULTURA y el antifascismo. Una gran historia, que muchos conocían, pero pocos o nadie, había investigado aún.
Solo dejarles una reflexión para comprender esta diversidad judía y esta necesidad de estudiarnos y conocernos mejor, aceptando y respetando nuestras diferencias con criterios amplios,  estudiando también a los judíos que están fuera de las instituciones tradicionales que  por lo general, y este es el caso de Argentina, son la mayoría de la colectividad: hijos, nietos y bisnietos de inmigrantes que, como italianos o españoles, viven integrados a otras instituciones de su sociedad.

¿Dónde? En las artes, las ciencias, las universidades, la política, la cultura.
Hace muy poco, un dirigente judío extranjero, en un Congreso que se hizo en Buenos Aires, preocupado por la incertidumbre de los casos no esclarecidos del atentado a la a la Embajada de Israel en 1992 y a la AMIA en 1994, le preguntó a un colega: “Pero dígame, ¿cuál es entonces el futuro de los judíos en Argentina?” Y mi colega le respondió: “El mismo que el de todos los argentinos”.
Me pareció una fantástica respuesta, porque tenemos una identidad compleja y heterogénea, laica o religiosa, de derecha o de izquierda, peronista o antiperonista, comunista, socialista o sionista, pero resulta que es ahí en Argentina donde vivimos y donde forjamos nuestra historia.

MUCHAS GRACIAS.

Selección de videos de la presentación:
























Nora Usterman Michalski:


VER LA PRESENTACIÓN COMPLETA:

1ª parte:


2ª parte:


No hay comentarios.:

Publicar un comentario